A lo largo de la vida, probablemente has escuchado decir que cuando piensas mucho en algo lo atraes. Esto se ha aplicado a distintos ámbitos de la vida, incluyendo muchas veces a las personas. Así, se ha construido con el tiempo la idea de que cuando piensas mucho en una persona, esa otra persona puede estar pensando en ti también, porque le atraes. Es lo que se define dentro de la ley de atracción.
¿Qué es la ley de atracción y cómo funciona en el amor?
Una de las características más comunes que una persona tiene cuando se enamora es pensar todo el tiempo en la otra persona. Lo primero que hay que decir, entonces, es que pensar todo el tiempo en alguien no es necesariamente una señal de amor, sino que puede indicar que se están atravesando las primeras etapas, las del enamoramiento, donde la mente suele enfocarse más en esa persona. No obstante, si consideras que no estás todo el tiempo pensando en alguien, eso no quiere decir que no estás enamorándote, sino que tu mente puede estar en varias cosas a la vez.
Por lo general, cuando se dice que atraemos aquello en lo que pensamos mucho, esto tiene que ver con que cuando realmente queremos algo enfocamos nuestros pensamientos y nuestras acciones en eso, tomando decisiones que nos permitan cuidar y hacer crecer eso que deseamos. Por eso, es normal que se atraiga eso en lo que se piensa, debido a que el pensamiento está motorizando acciones que contribuyen a que eso se acerque. En el caso del amor, nuestro pensamiento frecuente motivado por el enamoramiento puede llevar a que nos interesemos por la persona, a que busquemos generar conversación, a que mostremos interés por lo que le sucede y por lo que necesita, a que la conozcamos más en profundidad, entre otras cosas, motivando que se pueda dar un vínculo.
¿Qué lleva a que pensemos mucho en una persona?
Al igual que sucede en otros aspectos de la vida, el pensamiento es algo que puede ser muy difícil de dominar. Por eso, muchas veces, nos encontramos con que estamos mucho tiempo pensando en una persona cuando eso no es lo que queremos hacer o cuando quisiéramos estar enfocándonos en otra cosa. En este sentido, hay quienes dicen que cuando estamos mucho tiempo pensando en una persona sin querer pensar en ella, esto tiene que ver con que esa persona está interesada en nosotros y que esa persona nos piensa demasiado. Es algo que va de la mano de la teoría de que “si pienso mucho en una persona esa persona lo siente”.
¿Pasa algo en el cuerpo cuando una persona piensa en nosotros?
Si bien esto no cuenta con ningún tipo de comprobación científica, a lo largo de la historia se han ido construyendo distintos mitos que han pasado de generación en generación y que permiten, mediante la creencia popular, sostener ideas respecto de lo que pasa en nosotros cuando una persona nos piensa mucho. En este sentido, lo que se sostiene es que, cuando alguien está mucho tiempo pensando en nosotros, podemos experimentar los siguientes síntomas:
Picazón en los ojos
Cuando un ojo empieza a picar de la nada y sin una razón evidente como podría ser una alergia, esto se suele tomar como un indicio, en la sabiduría popular, de que alguien está pensando en ti.
Piel de gallina
La famosa piel de gallina, se dice, es otro de los síntomas que pueden indicar que alguien está pensando en ti. Se considera que es una señal de que estás siendo el centro del pensamiento emocional de otra persona en el momento en que se te forma la piel de gallina sin estar esta relacionada al frío o a otro cambio en las condiciones ambientales.
Ardor en las orejas
Seguramente alguna vez tu abuela te ha dicho que si te pican, te arden o se te ponen rojas las orejas, esto es porque hay otra persona que está pensando en tí o que está hablando de ti. Si bien nunca se ha afirmado la clase de pensamientos vinculados a esto, si pueden ser positivos o negativos, se suele pensar que el ardor en las orejas es una señal de que alguien piensa en ti.
Emociones sin explicación
Finalmente, si sientes emociones que no puedes explicar, que son repentinas y que no están relacionadas a nada que esté pasando a tu alrededor, esto también se toma popularmente como una señal de que otra persona está pensando en ti.
¿Se atrae eso que se piensa?
Como hemos podido ver antes, la ley de atracción lo que sostiene es que todas las personas son capaces de atraer aquello que desean mucho o aquello en lo que piensan. Pero esto no se relaciona necesariamente al amor, sino que se lo suele pensar también en términos personales, profesionales, de trabajo, de viajes, entre otras cosas. Sin embargo, esto no tiene que ver con el arte de magia, sino con que esos pensamientos nos motivan a tomar distintas acciones que nos ayuden a alcanzar eso en lo que se está pensando o que se está deseando.
Teniendo esto en cuenta, podemos decir que sí, muchas veces, si se toman acciones relacionadas a lo que se está pensando, se puede atraer lo que forma parte de los pensamientos y sentimientos. Sin embargo, tanto en el amor como en otros aspectos de la vida, esta atracción no se dará solamente por el pensamiento, sino que es necesario actuar en consecuencia también.